Dispareunia y vulvodinia: dolor en relaciones sexuales

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Nos puede parecer alucinante, pero si preguntáramos a mujeres de nuestro alrededor veríamos que tenemos en cierta medida normalizado que a veces las relaciones sexuales nos puedan “doler un poco”.

Esto es una disfunción de suelo pélvico, no debe ocurrir, y tiene solución.

¿Te pasa? ¡Te cuento!

Dispareunia y vulvodinia

Dispareunia es el término oficial para nombrar el dolor o molestia en las relaciones sexuales.

Pero en realidad es un término amplio y un poco inespecífico. En algunos lugares nos lo encontraremos refiriéndose al dolor durante la penetración (también al introducir en la vagina un tampón, un dedo, la copa menstrual…).

Pero sabemos que la sexualidad es mucho más amplia que la penetración, así que las relaciones sexuales incluyen más prácticas que sí, también pueden ser dolorosas.

Y es que podemos tener dolor simplemente con el roce, por ejemplo, de los labios de la vulva, alrededor del clítoris y de todo el periné. A esto lo llamamos vulvodinia.

Lo más probable es que toda la zona esté con una sensibilidad alterada y con un exceso de tono muscular.

¿Por qué duele?

Puede haber diferentes situaciones que confluyan para producir dolor:

  • Hipertonía: es un tono elevado de la musculatura del suelo pélvico.
  • Cicatrices: por episiotomía y otras lesiones.
  • Lesiones nerviosas: ocurridas durante el parto o en otras situaciones, pueden alterar la sensibilidad.
  • Atrofia vulvovaginal y sequedad: es frecuente en menopausia (¡pero no siempre!).
  • Endometriosis y otras enfermedades sistémicas (que afectan a todo el cuerpo).
  • Raíz psicoemocional. En este caso recuerda, NO es “psicológico”: NO te lo inventas, está en tu cuerpo y es real.

Fisioterapia de suelo pélvico para dispareunia y vulvodinia

¿Te pasa algo de esto?

Mi recomendación: ve cuanto antes a tu fisio de suelo pélvico.

Realizaremos un tratamiento individual que aborda:

  • Relajación de la musculatura, tratamiento de cicatrices, mejora de la circulación, de la movilidad, de la sensibilidad y de la lubricación.
  • Propiocepción: conciencia corporal, “recablear” desde cerebro a suelo pélvico y viceversa.
  • Ejercicios de suelo pélvico y de todo el complejo abdominal, lumbar y pélvico: todos estos músculos son un equipo que actúan en sinergia para funcionar fetén.
  • Reeducación postural.
  • Integración del nuevo patrón de movimiento en el día a día: en tu trabajo, entrenando, tocando un instrumento o cantando…

Y en cuanto a la penetración, porfa, tranquila y sin presión. No corras ni te fuerces.

Recuerda que la sexualidad es infinita, y durante tu proceso de tratamiento tu vida sexual puede seguir activa si tú quieres: sexualidad no es igual a genitalidad y no es igual a penetración.

¿Quieres comenzar a cuidarte?

✨Agenda tu cita conmigo:

Iratxe Mugire

Fisioterapeuta especialista en Suelo Pélvico y Sexóloga

Fisioterapeuta especialista en Músicos

656 711 377 · kaixo@iratxemugire.com