Nos tantea la primavera, un día saca una patita por debajo de la puerta, otro día la esconde. Sabemos que por mucho que juegue, mucho no va a tardar en explotar. El jazmín de mi balcón florece y se enreda cada vez más abrazando, amando barrotes, bailando con ellos, diciéndome: “te regalo esta actitud, este movimiento, y aprende, dulce humana…
